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4 pasos para defecar cuando se tiene prostatitis



5th May, 2021

                     

¿Has notado que después de ir al trono del rey el dolor regresa? ¿Sí? Entonces tenemos que hablar muy seriamente. Los músculos del piso pélvico se tensan cuando son estresados repetidamente. Dado que es su trabajo estabilizar y proteger tus órganos pélvicos, es natural que se tensen y protejan cada vez que defecas.

TABLA DE CONTENIDOS

  • 1. SIÉNTATE COMO EL PENSADOR DE RODÍN

  • 2. CÓMO DEFECABAN NUESTROS ANTEPASADOS
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  • 3. 4 PASOS PARA DEFECAR DE MANERA CORRECTA
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  • Vivimos en la era de la modernidad, donde no sería raro que existiesen Apps que te entregasen papel de baño mientras tú estás en el trono del rey en caso de que se haya terminado, pero hay cosas que no debieron cambiar nunca. Una de esas es la forma en que defecamos.



    Entonces, ¿cómo solucionamos este problema?

  • 1. SIÉNTATE COMO EL PENSADOR DE RODÍN 


    Con el cuerpo aplastado hacia adelante y la cara fruncida, "El pensador" de Auguste Rodin es un ejemplo de una buena postura para defecar, según un pequeño estudio publicado recientemente en la revista Techniques in Coloproctology.

    Imitar esta obra de arte "parece ser un método más eficiente para defecar que la posición sentada". "Esta técnica puede ser útil para dsiminuir los síntomas en los pacientes con Síndrome de Dolor Crónico Pélvico / Prostatitis".

    Usando una técnica radiológica llamada defecografía, en la que un paciente intenta defecar mientras se le hace una radiografía, los investigadores pudieron comparar la posición sentada típica con la de la posición hacia adelante del Pensador.

    Es probable que creas imitar el ángulo pero no es así. Los médicos descubrieron que la postura de Rodin aumentaba factores como el ángulo anorrectal y la distancia del plano perineal, que como he dicho, es de mucha utilidad para hombres con el Síndrome de Dolor Crónico Pélvico / Prostatitis.


    ¿En cuál crees que es más fácil defecar y sin dolor?

    En este artículo, deseo proponer una explicación del mecanismo responsable de este síntoma de dolor después de defecar. El mecanismo que luego envía una señal para que el esfínter anal interno y el músculo puborrectal se relajen y desencadena la experiencia de la urgencia de defecar. Una vez que las heces pasan a través del esfínter anal relajado el dolor empieza a empeorar.

    Cuando alguien tiene dolor pélvico / prostatitis y hay empeoramiento de los síntomas después de la defecación, es debido a que el esfínter anal interno tiende a “cerrarse demasiado” debido a una mala postura. Es decir, se tensa más de lo que estaba apretado antes de la evacuación intestinal debido a que de cierta forma se le está cerrando el paso a las heces fecales y esta es la razón por la cual al terminar se empieza a sentir un tipo de espasmo doloroso. Esta es la razón por la cual algunas personas aumentan el dolor y los síntomas después de defecar.

    La incomodidad después del movimiento intestinal generalmente ocurre porque el esfínter anal se cierra demasiado en una especie de espasmo después de un movimiento intestinal cuando alguien tiene un piso pélvico apretado crónicamente.

    Hacer estiramientos, ayuda a liberar el esfínter demasiado apretado. Esta maniobra puede reducir el dolor después del movimiento intestinal y, a veces, puede reducir o eliminar los síntomas con el tiempo.

    El dolor después de defecar parece ocurrir con menos frecuencia cuando alguien está relajado y no apurado, y lo que sea que contribuya a un estado más relajado durante una visita al baño puede reducir este síntoma. El uso de un banco colocado en los pies es de gran utilidad para mejorar la posición en la que se defeca. También existen compañías de inodoros como Toto que hacen un asiento de inodoro tibio llamado Washlet® que envía una corriente tibia de agua, luego aire, para limpiar la abertura anal después de defecar. Este tipo de cuidado post evacuación intestinal también puede ser útil para esta condición.

             Washlet de Toto te ayuda a limpiar tu culito sin usar las manos.

     

  • 2. CÓMO DEFECABAN NUESTROS ANTEPASADOS 

  • La mayoría de personas a lo largo de la historia se han puesto en cuclillas cuando han evacuado sus intestinos. El inodoro moderno es relativamente nuevo en la historia de la humanidad y ha sido adoptado como el estándar de un aparato de “baño civilizado”. El agujero en el suelo sobre el cual uno se pone en cuclillas para defecar se considera primitivo en la sociedad occidental moderna, aunque en países como en China sigue siendo normal defecar en cuclillas. Un sitio web, www.naturesplatform.com, dedicado a promover las ventajas de ponerse en cuclillas durante la defecación, escribe sobre la historia del baño moderno:

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    Esta era la forma que defecaban nuestros antepasados y de hecho era la mejor.

    Ponerse en cuclillas durante la defecación ha sido una práctica de los seres humanos desde tiempos inmemoriales

    “Los seres humanos siempre han usado la posición en cuclillas para la eliminación de los desechos. Los bebés de todas las culturas adoptan instintivamente esta postura para evacuar. Aunque puede parecer extraño para alguien que ha pasado toda su vida privado de la experiencia, esta es la forma en que el cuerpo fue diseñado para funcionar.”
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  • El inodoro moderno con forma de silla, por otro lado, es relativamente nuevo. Inventado en 1851 en Inglaterra por un carpintero y un plomero, ninguno de los cuales tenía ningún conocimiento de la anatomía humana. El “trono de porcelana” fue rápidamente imitado, como el método de sentarse utilizado por los nativos en las colonias europeas. Era tanta la prisa por modernizar todas las instalaciones de saneamiento existentes en todo el mundo occidental.

  • En segundo lugar, en la Gran Bretaña del siglo XIX, cualquier discusión abierta sobre este tema se consideraba muy inadecuada. Aquellos que se sintieron incómodos al usar una postura de evacuación que no tenía nada que ver con la anatomía humana se vieron obligados a guardar silencio. ¿Cómo podrían hablar mal del inodoro que también utilizaba la propia reina Victoria?

    Entonces, como el, el retrete fue aceptado socialmente. La incomodidad general que sentía la población por el inodoro se reflejaba en la popularidad de los “taburetes en cuclillas” vendidos en los famosos Harrods de Londres. Estos taburetes elevaban los pies de uno mientras estaban sentados para acercar las rodillas al pecho, un intento burdo de imitar la posición que usaban hacen mil años.

    El resto de Europa occidental, así como Australia y América del Norte y los países hispanos, no querían parecer menos civilizados que Gran Bretaña, cuyo vasto imperio en ese momento lo convirtió en el país más poderoso de la Tierra. Entonces, en unas pocas décadas, la mayoría del mundo industrializado había adoptado “El nuevo trono del emperador”.

    Quiero ser muy puntual con esto, defecar y orinar en cuclillas es superior a sentarse en el inodoro. Hoy, muchos médicos culpan a la cómoda moderna por la alta incidencia de una serie de enfermedades graves. En comparación con el resto del mundo, las personas en los países occidentales tienen tasas mucho más altas de apendicitis, hemorroides, cáncer de colon, entre otras enfermedades.

    Existe evidencia convincente de que sentarse en el inodoro para evacuar es inferior a la posición en cuclillas de varias maneras. La posición en cuclillas tienden a relajar el músculo puborrectal, que es esencial en la defecación. Un largo estudio que examinó el efecto de evacuar en cuclillas durante la defecación cuando había hemorroides mostró una mejoría o eliminación de las hemorroides como resultado de adoptar la posición correcta durante la defecación.

    Hacer la maniobra de Valsalva --comúnmente usada en el buceo--en la que uno puja para iniciar la defecación mientras se aguanta la respiración a veces se ha asociado con un ataque cardíaco o episodios de tórax e interfiere con la sangre venosa que regresa al corazón. La postura de cuclillas puede reducir la necesidad de pujar.

    El baño moderno hace que ponerse en cuclillas durante la defecación sea problemático. Sin embargo, con un poco de innovación, es posible ponerse en cuclillas en un inodoro. En www.naturesplatform.com, se vende un dispositivo que le permite a uno ponerse en cuclillas fácilmente durante la defecación. Cuando el dolor pélvico también involucra estreñimiento, las hemorroides podrían tener en cuenta la cuestión de integrar la posición de cuclillas.

    IMITA LA POSICIÓN DE CUCLILLAS USANDO UN BANCO


    La forma en que te sientas en el inodoro afecta los músculos del piso pélvico.

    El recto se asienta naturalmente en la pelvis con una curvatura de 90 grados, obteniendo ayuda de los músculos del piso pélvico para asegurarse de que no nos caguemos mientras estamos hablando con nuestro jefe o jugando fútbol. Cuando te sientas en el inodoro en una postura erguida, estos músculos solo se relajan parcialmente, lo que hace que sea más difícil defecar sin esforzarte para al final quedarse con este dolor.

    ¿La solución? Un pequeño banco.

    Antes del lujo de los baños, las personas se ponían en cuclillas para hacer popo. Piensa en la última vez que fuiste de campamento y no había baño, y tuviste que hacer popo sujetándote con tu cinturón del árbol que estaba junto a ti.



                         
    Squatty Pooty es una compañía que se dedica a la venta de bancos para defecar
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    3. 4 PASOS PARA DEFECAR DE MANERA CORRECTA

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  • PASO 1: SENTARSE CON EL BANCO EN LOS PIES

    El uso del banco debajo de tus pies ayudará a acercar el piso para imitar esa posición óptima, permitiendo la relajación completa de los músculos del piso pélvico y el recto para que el flujo sea perfecto, y el esfuerzo y la tensión en los músculos pélvicos sea los mínimos.
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  • Descansa los antebrazos sobre las rodillas manteniendo la espalda recta y las rodillas separadas. Como un hombre sumido en sus pensamientos. El hecho de que puedas encorvarte no quiere decir que debas usar tu teléfono para ver memes. Tengo un amigo que no puede ir al baño si su teléfono no tiene bateria, por lo que esperará a que tenga el mínimo de carga para proceder a la acción.

  • PASO 2: RESPIRA

    Respira profundamente. Mientras exhalas, aprieta suavemente los músculos abdominales si es necesario pujar. La palabra clave aquí es suave. Nunca contengas la respiración mientras pujas. Esto crea una presión anormal sobre los músculos del piso pélvico, lo que hará que se aprieten en lugar de relajarse como mencioné antes con la técnica usada por los buzos (maniobra de Valsalva). Cuando esto sucede, es como tratar de exprimir la pasta de dientes con la tapa puesta. Finalmente, el esfuerzo prolongado y el aumento de la tensión muscular del piso pélvico pueden provocar hemorroides. Esto también podría exacerbar tu dolor pélvico general.

    PASO 3: TOMA TU TIEMPO

    Está bien sentarse en el trono durante 15 minutos. No te apresures. Las cosas apresuradas pueden hacer que fuerces tu piso pélvico, tal vez incluso te sientas “no del todo bien”, lo que también puede causar estreñimiento, hinchazón o frecuentes viajes innecesarios al baño.
  • Si tienes una evacuación intestinal dolorosa, intenta aplicar un lubricante a base de aceite en el recto para que la evacuación no sea dolorosa.

  • PASO 4: CONCÉNTRATE

    ¿Llevas tu iPhone, Kindle o iPad al baño o tu laptop? Vamos, yo disfrutaba ver memes mientras hacía el trabajo sucio. Hay gente que revisa su correo electrónico o usa este tiempo para ponerse al día en las redes sociales y otras cosas.
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  • Recuerda, en un mundo lleno de distracciones y estresores, es fácil para nosotros desviarnos de lo que estamos haciendo y perdernos en nuestros dispositivos. A pesar de lo que puedas pensar, el cerebro no está destinado a realizar múltiples tareas. O por lo menos eso es lo que dice la investigación. Sucede que la misma parte del cerebro que disminuye de tamaño con el dolor persistente hace lo mismo en aquellas personas que hacen malabares con muchas aplicaciones, programas, juegos diferentes en sus dispositivos móviles. Estos mismos cambios estructurales están asociados con la ansiedad y la depresión. Y como saben, los hombres con dolor pélvico crónico también tienen una alta incidencia de depresión y ansiedad correlacionadas. Entonces no hagas varias cosas a la vez.
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  • La próxima vez que lleves tu teléfono al baño, presta atención a cómo se siente tu cuerpo. ¿Cómo se sienten tus hombros y cuello? ¿Cómo está tu respiración? Dependiendo de lo que estés leyendo, jugando o navegando, lo más probable es que tu cuerpo esté reaccionando físicamente, distrayendo a tu cuerpo de la defecación.
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